El clima

El tiempo en Escocia es muy inestable y variable, puede cambiar en cuestión de minutos, incluso llegar a experimentar las cuatro estaciones de año en un solo día. Edimburgo se caracteriza principalmente por ser una ciudad muy verde y bastante lluviosa. Aunque si es cierto que el índice de precipitaciones es algo menor que otras ciudades escocesas como Glasgow. Es bastante raro encontrar un día en el que no caiga una gota de agua. La lluvia en Escocia es bastante llevadera, suele ser lluvia ligera, aunque también puede pasar que te sorprenda un chaparrón torrencial que te cala hasta hasta los huesos. Los paraguas son generalmente poco útiles porque al hacer casi siempre viento son bastante incómodos, por lo que lo mejor es un buen abrigo impermeable o chubasquero y buen calzado.

Los inviernos son fríos aunque no se alcanzan temperaturas excesivamente frías (muchos grados bajo cero). Es una ciudad bastante ventosa, por lo que el viento incrementa la sensación de frío y puede llegar a ser bastante fuerte y molesto. Los meses de enero y febrero son los más fríos, aunque se puede sobrevivir con un buen abrigo, gorro y un par de guantes. No es muy habitual que nieve en la ciudad y cuando nieva rara vez la nieve llega a asentarse por mucho tiempo, aunque algunos años han caigo grandes nevadas. Si que es cierto que durante los meses más fríos las zonas de montaña que rodean Edimburgo están cubiertas de nieve.

En la primavera el tiempo empieza a mejorar, las temperaturas son suaves y es fácil sorprenderte con días soleados, aunque como es típico en Escocia el tiempo puede cambiar en cinco minutos, aunque por lo general suelen ser días nublados aunque muy cambiantes.

El verano como tal es algo complicado de definir en Escocia. Las temperaturas son suaves, aunque se pueden llegar a alcanzar en julio o agosto los 30ºC, aunque es muy probable que al día siguiente bajen y te sorprenda un buen chaparrón. Es un verano muy soportable, con días muy soleados y también días nubosos y lluviosos.

El otoño casi desaparece entre el verano y el invierno, empieza generalmente a hacer frío en octubre por lo que un abrigo no viene mal y en general los días son como en las demás estaciones, generalmente lluviosos y algún día extrañamente soleado.